Sé flexible y acercaque más a la felicidad

viernes, mayo 17, 2013




Mi amiga Faustina empieza el día ya cansada. Nada más sonar el despertador, su cabeza repasa todas y cada una de las obligaciones del día: horarios que cumplir, tareas profesionales y domésticas, viajes de los hijos de aquí para allá, encargos que le pidieron su marido y su madre, las llamadas de rigor a algunos familiares y las felicitaciones de cumpleaños de sus amigos (no ha fallado ni una vez en 37 años)... Su vida se convierte cada día en una prueba de obstáculos a superar. Al acostarse, resopla un poco como el que por fin llega a la meta, aunque le invade la duda de si lo hizo todo bien. Quisiera ser de otra manera, pero su mente rígida no lo permite.




Solemos vivir la vida apegados a una serie de creencias, valores, tareas y esquemas mentales. Cuando son rígidos nos empujan al conflicto y el agobio, impidiendo disfrutar de la vida y, en definitiva, no nos deja ser felices. 


Para empezar a cultivar una mente más flexible debemos empezar por uno mismo eliminando esas etiquetas que denotan la concepción que tenemos de nosotros mismos. No es lo mismo decir “tengo muy mala memoria” que decir “en ocasiones, no me acuerdo bien”; la segunda frase es menos tajante y deja la puerta abierta al cambio. Las etiquetas positivas pueden ser igual de perjudiciales llevándonos a no aceptar una crítica.


Flexibilizar la relación con los demás tiene que ver con comprender y ser comprendido. Se trata de meterse en los zapatos del otro, dejar aparcadas las propias creencias temporalmente y escuchar tratando de entender, situándose en las emociones del otro.


Todas las creencias y valores funcionan como murallas que se crean de forma inconsciente para protegerse del sufrimiento. Puede resultar más cómodo enrocarse en actitudes y formas de pensar ya conocidas que soltar lastre y cambiar de ubicación, de ángulo, para descubrir nuevas perspectivas. Pero vivir de forma flexible consiste justamente en eso. 


Para que tus propósitos de mejorar tengan fruto, es necesario identificar y corregir algunas de las actitudes que nos impiden vivir cabalmente este valor, son las siguientes a saber:

- Calma. Procura que tu primer impulso no sea dar un sí ó un no como respuesta.
- Aprende. Que aceptar ó negar tiene su momento. Escucha, observa, medita y actúa.
- Habla. Cuando sea necesario, ó calla si las circunstancias lo exigen en ese preciso momento.
- Las conversaciones. Cuando son forzadas no llevan a ninguna parte, cuantas veces nos empeñamos en hablar de un tema específico, que a nadie le interesa.
- Busca. El mejor momento para opinar algo que sea interesante.
- Aprende. A dejar una conversación en el momento oportuno, evitando discusiones estériles que no llegarán a algo sensato.
- Nada. Ganas con aferrarte para tratar de convencer a una persona que no quiere escuchar nada.
- Trata. A cada persona según su peculiar forma de ser, lo cual se traduce literalmente en respeto.
- Rectifica. Cada vez que sea preciso utilizar tus opiniones ó actitudes.
- Corregir. Los errores, pedir perdón ó aclarar la equivocación en nuestro juicio, demuestra sencillez y rectitud de intención.



Pequeños cambios pueden ayudar a saborear más el presente.


Besotes mentes flexibles ;)



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1 comentarios

  1. Mira, mira, mi mente y cabeza están haciendo ruiditos, están fleixibilizándose, poco a poco :)

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